Un guajirito de nombre Dirimo decide buscar trabajo en una tienda por departamentos en Maracaibo.
Se entrevista con el gerente de recursos humanos y éste le pregunta: «¿Tenéis alguna experiencia en ventas?»
A lo que Dirimo responde: «Sí, trabajé un tiempo en el mercado popular, vendiendo ropa.»
Al gerente le cayó en gracia el guajirito y lo contrata: «Empezáis mañana mismo… Y al final del día conversamos para saber cómo te fue.»
El primer día de trabajo fue duro, pero Dirimo saló airoso.
-¿Cuántas ventas hicisteis hoy, Dirimo? –le preguntó ej gerente al final de la tarde.
-Una sólita, patrón –respondió el guajiro.
-¿Una sola? –replicó el gerente, evidentemente sorprendido. Nuestro personal hace en promedio entre 25 y 30 ventas al día… Decíme, ¿de cuánto fue la venta esa que hiciste?
-De 145 millones –humildemente resplicó Dirimo.
-¡Qué molleja!… ¡145 millones!… ¿Pero qué le vendísteis? –preguntó el gerente verdaderamente abrumado. Y Dirimo le explicó:
-Primero le vendí un anzuelo pequeño. Después le vendí un anzuelo mediano. Después uno grande. Después le vendí una caña de pescar. Después le pregunté a dónde iba a ir a pescar y me dijo que a la Laguna de Sinamaica. Así que le dije que iba a necesitar un bote, y lo llevé a la sección de botes y le vendí uno mollejúo, con motor doble, fuera de borda. Después me dijo que su vehículo Nissan Sentra no iba a poder con lo mollejúo del bote. Así es que lo llevé a la sección de autos y le vendí una camioneta Explorer 4×4.
El jefe, visiblemente impresionado por las aptitudes del goajirito, le pregunta:
-Qué molleja, Dirimo. ¿Me estáis diciendo que un bolsa vino acá a comprar un anzuelo y vos le vendísteis un bote y una 4X4?
-No patrón -replicó Dirimo- La verdad es que el tipo vino a comprar Tampax pa’la mujer y entonces le pregunté: «Compadre, ya que estáis frega’o pa’l fin de semana… ¿Por qué no te váis a pescar?»