La risoterapia es la risa como terapia. Es decir, un sistema de curación basado en que la risa provoca respuestas fisiológicas beneficiosas en nuestro cuerpo.

Las sesiones grupales son muy divertidas. Buscan la carcajada sincera de los participantes e incluyen estiramientos para liberar tensiones, ejercicios de comunicación y juegos dirigidos al entretenimiento.

La risa libera endorfinas, un analgésico natural de nuestro organismo, nos rejuvenece y nos ayuda a combatir enfermedades como el estrés o el insomnio. La endorfina es conocida como la hormona de la felicidad y funciona como un desintoxicante. Adormece y calma dolores físicos y no tiene peligro de sobredosis.

Por eso reír es eficaz contra la ansiedad y la depresión. Ayuda a prevenir deficiencias respiratorias, nos proporciona paz interior y hasta contribuye a mejorar nuestras relaciones sexuales.

La risa previene enfermedades del corazón, ya que una de las principales causas de ataques al corazón son el miedo y el enojo. Reírse nos hace sentir vivos y nos ayuda a reducir los niveles de estrés.

El buen humor, la risa y la sonrisa tienen innumerables beneficios psicológicos. Entre otras cosas nos ayudan a superar los problemas que se nos presentan de la mejor manera. Son un camino directo para conectarse positivamente con uno mismo y mejoran la relación con los demás. Estimula la comprensión, la alegría y la relajación. Abre los sentidos.

La gente puede aprender a usar la risa en el trabajo para incrementar tanto la satisfacción personal como la productividad. Ante una situación que provoca emociones negativas, lo mejor es apelar al buen sentido del humor como herramienta para buscar soluciones y superar las dificultades.

Beneficios físicos de la risa

Con las carcajadas, los músculos liberan tensiones cada vez que se contraen y relajan. Los músculos abdominales realizan sacudidas que terminan por brindarles un excelente masaje a los órganos internos. El peso de las piernas y los brazos también se alivia.

Se estimulan los músculos de los intestinos, lo que previene el estreñimiento y estira los huesos de la columna, lugar donde se acumulan las tensiones.

Se suele decir que la risa es una gimnasia para el alma, porque cuando nos reímos de verdad (y a carcajadas), ejercitamos todos los sistemas de nuestro cuerpo.

Si piensas en la última vez que te destortillaste de la risa recordarás cómo te dolió todo el cuerpo al dejar de reír. Es porque hiciste mucho ejercicio. Entre otras cosas, tu sistema cardiovascular se ejercita cada vez que el ritmo cardíaco y la presión sanguínea aumentan para luego descender nuevamente.

La respiración agitada crea un vigoroso intercambio de aire en los pulmones y constituye un saludable ejercicio para el sistema respiratorio. Los pulmones en vez de mover seis litros de aire, mueven 12, lo que mejora directamente la oxigenación de la sangre y los tejidos.

Se estima que 20 segundos de carcajadas supone el mismo ejercicio muscular para el corazón producido por 3 minutos de remo.

Cifras que dan risa

• Una hora de angustia equivale a cinco horas de trabajo físico, en cuanto a la cantidad de energía consumida.

• Cinco minutos de una buena risa a carcajadas, son equivalentes a 45 minutos de ejercicio.

• Las risas verdaderas, explosivas, hacen mover 400 músculos en todo el cuerpo, activan el sistema inmunológico y oxigenan los tejidos.

• Desde que nacemos y hasta los seis años reímos unas 300 veces diarias. Ya adultos, los más risueños alcanzan 100 risas al día y los menos alegres apenas llegan a 15.

• Las personas que ríen poco o carecen de sentido del humor son más propensas a padecer enfermedades graves como el cáncer.

Para alimentar el buen humor

Por supuesto, aprovecha toda las sesiones de risoterapia que puedas, realiza lecturas que te hagan reir y no dejes de ver las películas que te provoquen buen humor.

De esta manera alimentarás el enfoque positivo de tu pensamiento o "canales mentales". Así lo plantea Roger von Oech, especialista en el estudio de la creatividad (http://blog.creativethink.com), y quien propone ejercitar la atención hacia todo aquello que brinde optimismo, haga reír y alegre el espíritu.

Para demostrar el efecto de este enfoque, este científico sugiere hacer un ejercicio muy simple:

Da un vistazo a tu alrededor y busca 5 cosas que tengan el color verde. Con esa predisposición mental verde verás que todo lo verde comienza a precipitarse hacia ti: Un libro verde que está sobre la mesa, un cuadro en la pared que tiene ese color, alguien que viste una camisa verde, las hojas de un árbol cercano o la fachada verde de una casa

Algo muy similar ocurre cuando uno aprende una nueva palabra. De pronto comienza a escucharla en todas partes. O cuando alguien compra un auto nuevo comienza a ver el mismo modelo por todos lados.

Esto sucede porque la gente encuentra lo que está buscando. Si buscas pesimismo y desaliento los encontrarás. Por el contrario, si andas a la caza de un estado emocional positivo y de pensamientos agradables, verás como surgen a tu alrededor. "Todo es cuestión del canal mental que hayas seleccionado. Tú decides", dice Roger von Oech.





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